De acuerdo con un estudio de la Academia Mexicana de Ciencias, 71 por ciento de la población urbana cree en milagros y 65 por ciento en el diablo, lo cual refleja el nivel de educación científica que existe en el país. Por ello, investigadores de la BUAP se han dado a la tarea de construir propuestas que abonen a una mejor enseñanza de las ciencias, a partir del análisis e intercambio de experiencias en el marco del Foro “Liderazgo en la Educación a través de la Ciencia”.

Este encuentro, en el que también participan científicos del INAOE, de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, del Centro de Investigaciones en Óptica y de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, se realiza del 23 al 25 de abril en el Aula Virtual del Complejo Cultural Universitario, con la exposición de 16 destacados ponentes, como la reconocida física, Helen Quinn.

Al encabezar el acto inaugural, la vicerrectora de Docencia, María del Carmen Martínez Reyes, indicó que parte de los objetivos de este foro se encaminan a retomar modelos exitosos, incluso de otros países, para la toma de decisiones que permitan mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje, a fin de otorgar a los alumnos los elementos necesarios para su desarrollo.

“Nos enfrentamos a cambios acelerados de conocimiento y a una diversidad de paradigmas; en este sentido, la BUAP requiere de profesionistas competentes que den respuesta a esta dinámica y que adopten una postura crítica y reflexiva ante la realidad educativa, para investigarla y transformarla de manera que impacte de forma positiva en los estudiantes”, expresó.

En el acto protocolario también participaron los vicerrectores de Investigación y Estudios de Posgrado, Ygnacio Martínez Laguna, y de Extensión y Difusión de la Cultura, José Carlos Bernal Suárez, así como la directora de Internacionalización de la Investigación, Judith Percino Zacarías, quien agradeció el apoyo de la Universidad para realizar este encuentro en el que se exponen problemas y se generan propuestas para mejorar la enseñanza de las ciencias y estas se conviertan en un eje rector de desarrollo.

Conceptos sí, fórmulas no

Al iniciar estos trabajos, el doctor Lorenzo Díaz Cruz dictó la primera conferencia en la que expuso las dificultades a las que actualmente se enfrenta la educación en México, principalmente en materia de la enseñanza de la ciencia. El académico refirió que de acuerdo con mediciones internacionales, la población en nuestro país es prácticamente analfabeta y en materia de ciencia no se está haciendo lo suficiente.

“Queremos enseñar ciencias que logren informar y formar a estudiantes, esta enseñanza debe ser moderna, con las tendencias más recientes, incluyendo nuevas tecnologías y modelos que permitan la participación activa de la comunidad científica en temas de educación”.

Recordó que en el siglo XIX fue cuando se hizo la primera reforma educativa, gracias a Justo Sierra, posteriormente se creó la SEP y se promulgó una educación al servicio de la patria. En los años 50 se incluye en la currícula asignaturas como cálculo, lenguaje y ciencias naturales. Una década después se publican los primeros libros de texto gratuitos como una obra de justicia social.

En 1972, expuso, se da otra reforma educativa que busca acercarse de nuevo a los jóvenes luego de la crisis del 68; es así como se llama por primera vez a especialistas y científicos para plantear propuestas que incluyeran un tratamiento más profundo de las asignaturas con el fin de que los alumnos lleguen al conocimiento a partir de la reflexión y de su propia experiencia. Este modelo, dijo, rescató muchos aspectos valiosos que no tuvieron continuidad por cuestiones políticas.

Para el siglo XX, específicamente en 2013-2018, se da la “gran” reforma educativa en la que se busca cumplir con la exigencia de que los alumnos tengan acceso a una educación de calidad, que contempla la evaluación para los docentes, un punto que sigue generando discusión, pero como aún no hay un camino claro, la academia científica debe tomar la voz, analizar y emitir propuestas, señaló.

Lorenzo Díaz Cruz habló también de las experiencias de otros países como Estados Unidos, donde el modelo educativo K12 puede servir como ejemplo para construir una propuesta sustentada desde la Universidad.

El investigador concluyó proponiendo que la enseñanza de las ciencias, especialmente física y matemáticas, considere un modelo atractivo y moderno que inicie con ciclos educativos que prioricen los conceptos básicos de ciencia, que se apoyen en el uso de métodos gráficos (mientras se aprende matemáticas) y posteriormente se recurra a conceptos de complejidad.

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