Donald Trump ejercerá el poder en Estados Unidos sin contrapesos

Al no existir estos frenos dentro del sistema estadounidense, Trump podrá implementar sus políticas sin grandes limitaciones, lo que incluye restricciones comerciales y migratorias de gran impacto para México y Canadá.

Uno de los temas centrales de la estrategia de política económica internacional que Estados Unidos está adoptando, motivada en gran parte por su competencia con China, implica tres riesgos principales percibidos por Estados Unidos. China como amenaza hegemónica: Estados Unidos busca limitar el acceso de China a tecnología y mercados, en un esfuerzo por proteger su estatus.

Reducción de interdependencia económica: Estados Unidos está restringiendo su interdependencia económica con países que considera poco confiables, entre ellos China. Y, Reindustrialización: Hay un interés renovado en revitalizar la industria en el noreste de Estados Unidos, afectada por la pérdida de empleos manufactureros, señaló Derzu Daniel Ramírez Ortiz, Director de la Licenciatura en Relaciones Internacionales de la UPAEP.

Expuso un análisis profundo sobre los efectos de las recientes elecciones en Estados Unidos y el impacto que podrían tener en México, Canadá y en toda la región de América del Norte. “Lo que sucede en Estados Unidos no se queda ahí, sino que tiene implicaciones para nuestro país y para la región”, señaló Derzu Ramírez al abrir el diálogo.

Dijo que este contexto influye directamente en la relación con México y Canadá, debido al esfuerzo de Estados Unidos por acercar la manufactura y limitar su dependencia de Asia, un fenómeno conocido como nearshoring. Derzu Ramírez subrayó que esta relocalización no solo responde a razones económicas, sino también de seguridad, lo que añade una capa de complejidad para México, quien no solo debe prepararse en términos de infraestructura y recursos, sino también alinearse políticamente con Estados Unidos en su postura contra China.

Durante la conferencia de prensa, se planteó la posibilidad de un retorno a políticas comerciales proteccionistas, especialmente si Donald Trump retoma el liderazgo en Estados Unidos. A diferencia de los demócratas, que han mantenido agendas bilaterales separadas para temas económicos, migratorios y de seguridad, Trump tiende a fusionar estos asuntos en negociaciones que presionan a México. Un ejemplo de ello es la amenaza de aplicar aranceles, que Trump usó en su anterior administración como una herramienta de presión económica y que podría emplearse de nuevo.

La renegociación del T-MEC también podría involucrar compromisos por parte de México en materia de seguridad jurídica para los inversionistas estadounidenses, debido a los recientes cambios regulatorios en el país. Esta es una preocupación creciente para el sector privado de Estados Unidos, y podría convertirse en un tema de presión en la relación bilateral, refirió Derzu Ramírez.

El gobierno mexicano, en particular bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum, tendrá que tomar decisiones estratégicas que balanceen la relación con Estados Unidos y su propia agenda de desarrollo y diversificación comercial. Con el retorno de Trump, quien ha mostrado un estilo más unilateral y exigente en las relaciones internacionales, se espera que se intensifiquen las demandas de alineamiento político hacia China, una situación que plantea desafíos para la política exterior mexicana.

Por su parte, Claude Denis, profesor de Sociología de la Universidad de Ottawa, Canadá, habló de las importantes repercusiones que tiene el reciente proceso electoral en Estados Unidos para la región de América del Norte. Desde temas económicos hasta la seguridad y el futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y de cómo afectan directamente tanto a México como a Canadá.

Claude Denis señaló la magnitud de estas elecciones, comparándolas con eventos históricos como el colapso de la Unión Soviética, la crisis económica de 2008 y la pandemia de COVID-19. Explicó que la reelección de Donald Trump representa un cambio a una escala que afecta profundamente la estabilidad y las relaciones internacionales de Estados Unidos. En este contexto, la victoria republicana ha otorgado al presidente un control total del Congreso y de la Suprema Corte, creando una situación de poder sin contrapesos.

Denis destacó que, al no existir estos frenos dentro del sistema estadounidense, Trump podrá implementar sus políticas sin grandes limitaciones, lo que incluye restricciones comerciales y migratorias de gran impacto para México y Canadá. “Lo que dice que quiere hacer, lo intenta hacer”, advirtió, recordando las políticas de su primer mandato y la promesa de construir un muro fronterizo. Ahora, sin contrapesos significativos, su administración podría cumplir muchas de estas intenciones sin resistencia interna.

Para México y Canadá, el panorama económico también resulta incierto. Denis detalló que, a diferencia de su enfoque anterior, Trump parece menos interesado en renegociar el T-MEC, el cual concluye en 2026. En su lugar, podría recurrir a medidas unilaterales, como la imposición de aranceles generales del 20% a las importaciones y del 100% a productos provenientes de China. Esto representa un desafío significativo para México y Canadá, economías muy orientadas hacia la exportación hacia Estados Unidos.

En cuanto a la migración, Denis destacó que Trump ha pasado de priorizar la construcción de un muro a considerar acciones más directas y potencialmente agresivas. Entre ellas, se encuentra la posibilidad de enviar tropas estadounidenses a la frontera mexicana y, posiblemente, más allá, bajo el pretexto de detener el tráfico de drogas y frenar la inmigración ilegal. Esta medida, de llevarse a cabo, tendría graves implicaciones para la soberanía mexicana y pone en evidencia la compleja relación en temas de seguridad entre ambos países.

Claude Denis sugirió que México debería tomar acciones preventivas, como desplegar a su propio ejército en la frontera para dejar en claro que ninguna fuerza extranjera puede intervenir en su territorio sin autorización. Para el gobierno mexicano, esta postura se traduce en la necesidad de redefinir su estrategia de seguridad interna y reforzar su autonomía frente a Estados Unidos.

En el caso de Canadá, Denis comentó que este país ha logrado exenciones en algunas políticas estadounidenses, como la solicitud de huellas digitales en la frontera. No obstante, el principal desafío para Canadá, al igual que para México, es reducir su dependencia económica de Estados Unidos, una tarea compleja que implica diversificar su mercado y fortalecer su economía interna. Canadá ha sido un aliado cercano de Estados Unidos, pero en la era de Trump, debe considerar también su autonomía y la posibilidad de presionar en temas de seguridad y economía.

Mientras que Jorge Puga González, profesor de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, destacó la complejidad del perfil migratorio actual de México y los retos que enfrentará el país, además de abordar los efectos migratorios, la estrategia de contención que México podría verse obligado a adoptar y las posibles medidas para gestionar esta relación bilateral en términos migratorios.

Explicó que México tiene un perfil migratorio diverso que incluye migración hacia EE.UU., inmigración de tránsito, solicitudes de asilo y situaciones de desplazamiento forzado. Estas dinámicas han creado una situación cada vez más complicada: mientras que más de 40 millones de personas de origen mexicano viven en EE.UU., cinco millones lo hacen en condiciones irregulares. Además, el país ha visto un incremento exponencial en solicitudes de asilo en la última década, y mantiene una posición de «tercer país seguro», lo cual genera demandas adicionales en cuanto a infraestructura y políticas de contención en la frontera.

El flujo de migrantes en tránsito y de mexicanos deportados implica, según Jorge Puga, una serie de riesgos sociales y económicos, especialmente en regiones fronterizas vulnerables. El riesgo de violaciones de derechos humanos y una posible crisis económica en México son factores clave a considerar en este contexto, ya que un endurecimiento en la política migratoria estadounidense podría frenar las remesas y aumentar el desempleo en México, donde muchos migrantes retornados buscarían empleo.

Trump ha reiterado su postura de ver la migración como un problema de seguridad, mientras que en México se percibe como un fenómeno social con causas estructurales que requieren atención regional. El discurso del exmandatario en su campaña actual resalta un enfoque basado en la seguridad fronteriza, con promesas de implementar redadas masivas y deportaciones de millones de personas en situación irregular.

Frente a estos posibles desafíos, Jorge Puga destacó la necesidad de que México adopte un enfoque prudente y pragmático, similar al que implementó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que buscó minimizar la confrontación directa y maximizar las oportunidades de cooperación. La colaboración en temas de seguridad, migración y desarrollo económico, especialmente en Centroamérica, será crucial en los próximos años, y México deberá insistir en que EE.UU. asuma una corresponsabilidad en el desarrollo de la región sur de México y el Triángulo Norte centroamericano, áreas de origen de muchos migrantes en tránsito.

En su intervención, Herminio Sánchez de la Barquera, profesor de la Licenciatura en Relaciones Internacionales de la UPAEP, subrayó la importancia de tomarse en serio las amenazas de Trump, señalando que, el expresidente contaría con una administración que carecería de los “adultos en la habitación”, aquellos consejeros moderados que en su primer mandato lograron contener algunas de sus decisiones más radicales.

“Ahora, no tendría esos contrapesos y controles”, advirtió. Ante este escenario, el experto alertó que las relaciones de seguridad entre Estados Unidos y México se verían seriamente afectadas por los seis años de distanciamiento en colaboración bilateral impulsado por el gobierno de López Obrador. Esta falta de cooperación en temas de seguridad, afirmó, podría repercutir en medidas más radicales de Estados Unidos, incluyendo la posibilidad de ataques selectivos con drones contra objetivos específicos de narcotráfico en territorio mexicano.

La migración y el tráfico de fentanilo, consideró, serán dos de los temas cruciales en la agenda de seguridad para Trump. México, señaló, deberá enfrentar las demandas del próximo gobierno estadounidense, que, en este caso, podrían ser impuestas de manera más autoritaria, exigiendo resultados inmediatos. A su vez, subrayó que las relaciones comerciales con China, que han crecido en los últimos años, representarían otro punto conflictivo: “Trump no estará dispuesto a que México siga ‘coqueteando’ con China en términos comerciales, dado su antagonismo hacia el gigante asiático”.

Sobre la situación global, Sánchez de la Barquera, profundizó en los dilemas geopolíticos que enfrenta la OTAN y el posible debilitamiento de esta alianza si Estados Unidos, bajo un mandato de Trump, retira su apoyo. La posibilidad de que Trump impulse una salida de Estados Unidos de la OTAN o reduzca su cooperación, mencionó, dejaría a Europa en una situación de vulnerabilidad extrema frente a Rusia. En caso de que la defensa de Ucrania colapse, no solo Moldavia, sino también Polonia y las repúblicas bálticas podrían estar en la mira de Rusia, en lo que sería una estrategia de colonización al estilo de las acciones en Crimea. “Una caída de Ucrania sería un desastre para Europa y el mundo entero”, alertó.

En cuanto al conflicto en Asia, Herminio Sánchez de la Barquera resaltó que cualquier signo de debilidad de Occidente podría ser interpretado por China como una oportunidad para invadir Taiwán. Trump, apuntó, deberá entender la importancia de los acuerdos de defensa con Japón y de mantener un frente fuerte contra China. “Si Estados Unidos no respalda a Taiwán y a Japón, se podría desencadenar una crisis de seguridad en Asia”, afirmó.

Sánchez de la Barquera concluyó con una reflexión sobre la necesidad de que las democracias occidentales fortalezcan su autosuficiencia en defensa y cooperación, especialmente en momentos de inestabilidad global. Aunque reconoció que los líderes populistas, como Trump, suelen desconocer las complejidades del escenario internacional, espera que el expresidente haya adquirido una visión más clara de las implicaciones de sus decisiones en el panorama mundial.

Video de la conferencia de prensa: https://streamyard.com/zfqr3u6j5c8q

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